Para algunos politólogos es bastante chocante escuchar conceptos mal manejados por dondequiera, si algo puede hacer a un politólogo “pedante” es el manejo conceptual, no se espanten si se encuentran con uno y les diga: “no utilices mal los conceptos”, “no confundas”, “eso no es lo que tú crees”, “no sabes nada”, etc., solemos ser algo especiales en ese aspecto.
Por motivos profesionales he interactuado con gente de todos los niveles socioeconómicos, desde lideres barriales hasta secretarios de Estado y es de llamar la atención su bajo nivel de conocimiento no solo sobre la política sino del manejo conceptual de la Ciencia Política.
Cientos de veces he escuchado hablar a candidatos, dirigentes de movimientos sociales, “analistas políticos”, etc., y no me deja de sorprender escuchar salir de sus bocas conceptos como “el priato”, “Salinato”, etc., he de confesar que me espanta y sorprende como algunos son considerados incluso como líderes de opinión cuando no tienen NPI de lo que están diciendo.
Escuchamos en diversas partes que los movimientos sociales han logrado resultados, sin conocer realmente el verdadero significado de movimiento social, su manera de operar, como funciona su estructura o para que sirve realmente un movimiento social y que es lo que busca.
Se confunde a una asociación que pelea por algo con un movimiento social, pero no es lo mismo, las asociaciones tienen un líder, una cabeza visible y puede estar fuera de contexto y de la misma sociedad. Una asociación puede encontrarse autoaislada en su contexto social, por impotencia o por vocación (depende de los motivos que tenga). Mientras que una característica principal de un movimiento social moderno es que no tiene una cabeza visible, una dirigencia tangible, es descentralizado (ya que todo lo que le asemeje al Estado que es contra quien lucha no le agrada) y su forma de acción es por convocatoria abierta a cualquier persona independientemente de su grupo social (aunque diversos autores manejan a los movimientos sociales actuales como grupos que contienen solo a gente de una clase social), por grupos, medios de comunicación, convocatorias personales, amistades, etc., que hacen una retroalimentación de información y respuesta llevando demandas y propuestas de un lado a otro produciendo movilización de grupos, sectores, o masas.
Es decir, un movimiento social se proyecta en un «conjunto de acción» en determinados momentos. Los movimientos sociales pueden ser definidos como una acción colectiva con alguna estabilidad en el tiempo y algún grado de organización, orientados hacia el cambio o la conservación de la sociedad o de alguna de sus esferas, es decir por una lucha de intereses comunes.
Los movimientos sociales tienen como características un grado de acción colectiva y una organización pequeña pero estable, según la moderna teoría social, los movimientos sociales responden a tensiones o contradicciones específicas en la sociedad y su movilidad o tipo de acción busca como consecuencia ponerle fin a una contradicción que afecte a ese sector de la sociedad.
Otra visión dentro de la Ciencia Política es el movimiento social como portador del sentido de la historia y como encarnación y agente del cambio social, en esta parte cabe reflexionar que la mayoría de las veces las pocas cabezas visibles de los movimientos sociales (por llamarle así) se autoproclaman salvadores de las masas y creadores de conciencias colectivas (ditix pseudomovimientos sociales mexicanos viejos) demostrando que lo que sostienen diversos teóricos no es tan verdadero como dicen, ya que al mencionan que una de las características de dichos movimientos es no tener un líder sino una organización descentralizada (por lo tanto se duda que sean un movimiento social moderno), pero por lo que sabemos tal o cual movimiento necesita siempre de un líder o lideres que tomen decisiones por el grupo ya que sin ellas este carecería de estabilidad y organización, por ejemplo cuando se quiere integrar a una organización o grupo que es un movimiento social que busca un fin determinado siempre se tiene que acudir (quien desea entrar) con ciertas personas que se encargan de darle el visto bueno, (aunque no se trate de los lideres o líder) para que esa persona entre al movimiento debe cumplir ciertos requisitos y tener determinadas características o ideas, una muestra tal es que cuando se acude a esa parte del trámite se le hacen a uno ciertas preguntas, tales como: ¿Porqué estas aquí?, ¿Qué es lo que sientes con respecto a…?, ¿Estas completamente comprometido con la idea de..?, etc.
Un movimiento social tiene también dentro de sus características el que sus integrantes tengan un interés en particular de manera común.
En ocasiones se cae en confusiones al hablar y discutir sobre los movimientos sociales, pero para distinguirlos de otros tipos de acción colectiva, podemos observar que estos tienen demandas y movilizaciones como característica principal que le diferencian de otros tipos de acción colectiva.
La historia de los movimientos sociales comienza en el siglo XIX debido a los cambios sucedidos a raíz de la revolución industrial, en aquellos días fueron un factor importante de cambio social y de desarrollo político, fueron el resultado de la coyuntura socio-económica-política de esos años.
Cada estudio debido a los autores y sus nacionalidades presenta características determinadas, pero la verdad es que es hasta la década de los sesenta del siglo XX que se hacen reflexiones sobre el tema y se abunda más a fondo.
La investigación de los movimientos sociales abarca desde el análisis del primer movimiento obrero realizado básicamente por Lorenz von Stein en Alemania, hasta los que aparecen a principios de la década de los años sesenta del siglo XIX. Sin embargo, es a comienzos del siglo XX cuando se producen las primeras investigaciones de Ferdinand Tonnies, Rudolf Haberle y Marianne y Max Weber.
En los países europeos —especialmente en Alemania—, los movimientos sociales han sido estudiados partiendo de tres caminos diferentes: como una parte descriptiva de la historia de las ideas, como una parte de la movilización política en los sistemas totalitarios, o bien centrándose en el movimiento obrero.
Para el marxismo los movimientos sociales significan por un lado un fenómeno colectivo para impedir el colapso del capitalismo, y por el otro como un fenómeno de movilización para ser sustituido por el capitalismo. Estos movimientos sociales son considerados por la mayoría de autores como movimientos “viejos”, en el aspecto que su lucha se centraba en obtener una recompensa individual con respecto a una demanda determinada, tal es el caso de los movimientos obreros y campesinos.
A los movimientos de la clase trabajadora y sindicalista de corte socialista no se les concebía con el nombre de “movimientos sociales” en aquella época.
Las primeras investigaciones de la posguerra se producen en los EE.UU. y son llevadas a término por el sociólogo Robert E. Park. En estas investigaciones también hay aportaciones de la psicología de masas realizadas en Francia e Italia. Sin embargo, el estudio de las causas que provocaron el conflicto y la crisis del sistema de participación democrática y el ascenso al poder de los movimientos fascista y comunista de los años treinta, es la causa que provoca un redescubrimiento del fenómeno de los movimientos sociales como disciplina sociológica central. Del mismo modo, y a raíz de la experiencia mundial de los movimientos totalitarios, los movimientos sociales fueron conceptualizados como un fenómeno potencialmente peligroso de forma de conducta colectiva política en las democracias occidentales, ya que ponían en riesgo el carácter democrático de la organización institucional y el modelo de la democracia participativa por medio de los partidos políticos como medio de representación efectiva de la sociedad ante el Estado, se les comenzó a ver como un peligro para los Sistemas Políticos vigentes.
El concepto de «movimientos sociales» aparece en los años setenta del siglo XX, y su fortalecimiento fue debido a la poca importancia que la sociedad le dio al discurso de la lucha de clases, y con el desprestigio definitivo del «socialismo real» como opción deseable por parte de quienes anhelaban una transformación social.
Mientras los viejos movimientos sociales buscaban la seguridad económica y física, en los nuevos movimientos sociales se busca el mejoramiento de la persona y la calidad de vida. Prueba de esto son los fenómenos de organización social que se produjeron durante la guerra de Vietnam y a los conflictos raciales en los Estados Unidos, donde el poco arraigo del comunismo al estilo europeo propició la aparición de movimientos contestatarios más pragmáticos y descentralizados, e incluso «despolitizados», muy acordes con las formas tradicionales de asociación estilo anglosajón.
Todo este cúmulo de fenómenos, unido al incuestionable anhelo de una teoría global de la historia y la sociedad, ante la paulatina pérdida de potencia del marxismo como herramienta capaz de cumplir esa función, es lo que lleva a la sociología política de izquierdas europea a acuñar el término de «movimientos sociales», con el que se busca englobar toda un cúmulo de fenómenos de muy diversa índole.
La aparición del término puede interpretarse así como un intento del modelo de interpretación de la sociedad y de los fenómenos de transformación social. En este sentido, el concepto sería el heredero directo del concepto de «movimiento obrero» y su implantación no buscaría sino preservar desde el punto de vista teórico dos paradigmas consustanciales a dicho modelo interpretativo:
La creencia en un «sujeto de la transformación social» o de “un sector de la sociedad” cuyas «condiciones objetivas» lo sitúan en una posición privilegiada para convertirse en el «motor» de dicha transformación social, siempre que sea capaz de dotarse de una teoría global de lo social que le permita desvelar las claves de dicha transformación.
El término «movimientos sociales», sin embargo, nunca ha podido ser objeto de una definición unívoca y «objetiva» como es el caso del movimiento obrero ya que diferentes estudios no concuerdan en este punto y se queda en un punto ambiguo, lo que ha provocado que se le aplique a aquellos fenómenos sociales que pudieran tener en común el carácter de «movimiento», en el sentido de «voluntad de transformación social».
Es en los años sesenta y setenta del siglo XX que se fue gestando ese nombre, el concepto de “nuevos movimientos sociales” comienza a ser utilizado a raíz de las movilizaciones de la década de los sesenta, se le dio está denominación a los movimientos feminista, pacifista, ecologista y a los que persiguen el desarrollo del tercer mundo, este concepto de movimientos sociales, engloba ideas de libertad y acción directa.
En los años sesenta se desarrolla la perspectiva de la conducta colectiva consolidándose en posteriores escuelas. Por un lado, el interaccionismo simbólico de H. Blumer, se centró en las normas emergentes, en los procesos de self regulación y en las normas internas de los individuos. Por otro lado, el funcional estructuralismo de Talcott Parsons, vio en determinantes sociales como las «tensiones» los impulsos de la acción colectiva. De forma similar, R. Turner y L. Killian (1957), basándose en el funcional estructuralismo, consideraron a los movimientos sociales como un fenómeno creativo de cambio. Desde el punto de vista macro, Smelser, en la Theory of Collective Behaviour (1962) vio en la acción colectiva la respuesta colectiva frente a las tensiones de la sociedad.
La idea por la que protestan es por un beneficio no para ellos directamente (solo para ellos) sino para terceras personas o un grupo en general de manera colectiva en la que ellos se pueden incluir, estas organizaciones o movimientos sociales critican el sistema prevaleciente en su lado humanista y a la cultura dominante, buscan mejorar el mundo presionando a los gobiernos para que actúen de una manera concisa, rápida y visible. Ejemplos de nuevos movimientos sociales son: ambientalista, feminista, animalista, movimientos por la paz, etc., por ello los “movimientos sociales” mexicanos como Antorcha campesina, el barzón, el CNTE, etc, no son nuevos movimientos sociales sino viejos, ya que buscan sean solucionadas exclusivamente demandas de grupo ni siquiera de clase.
Los nuevos movimientos sociales se caracterizan por varios rasgos, estos son:
- Por un estilo de acción política no convencional basada en la acción directa, que deja fuera de la jugada a la tradicional forma de pedir y hacer las cosas en las democracias modernas; los partidos políticos.
- Tienen un fuerte sentimiento anti-sistema ya que sienten o piensan que son manipulados y restringidos por las normas y valores dominantes ante los que expresan su malestar.
- Construyen sus organizaciones sobre la base de un sistema de toma de decisiones colectiva con un gran repudio hacia los procedimientos burocráticos. (Aunque en diversas organizaciones o movimientos sociales no es así)
- Reclaman a la vida política de un país determinado o a nivel global que las políticas que ejerce sean más hacia los ciudadanos y menos avocadas a las grandes empresas o a otros sectores más beneficiados por estas.
- La mayor parte de sus miembros pertenece a clases medias instruidas.
- No poseen una ideología coherente, es decir se quejan por múltiples problemas que defienden o por los cuales se movilizan, pero no presentan un modelo alternativo claro y efectivo. (Dentro de esta categoría están muchos movimientos a nivel nacional)
- La carencia de un líder o líderes visibles.
- La característica más importante: La preocupación ya no de los problemas por la distribución económica o del poder sino de un mejor nivel de vida.
Diversos autores señalan que las diferencias entre los movimientos sociales clásicos y los nuevos radica en el hecho de que el periodo en que surgieron los movimientos clásicos las diferencias entre los diferentes sectores de la población eran enormes comparadas a las de la época de los nuevos movimientos sociales, por eso se buscaba un mejor reparto de la riqueza, beneficios en el trabajo, o un cambió en el poder, que le dejara alguna recompensa inmediata al trabajador, al pobre o al desposeído, pero en la época del Estado de bienestar la gente comenzó a acostumbrarse a un mejor nivel de vida y a ser más instruidos intelectualmente, por lo que al caer ese modelo en crisis las preocupaciones de una sociedad con intereses y demandas insatisfechas se transformo en una movilización de la sociedad para que sus demandas y necesidades fueran resueltas, estás demandas ya no son como las de los viejos movimientos sociales, sino que ahora buscan mejorar su calidad de vida no a nivel individual o local sino global, requieren y exigen una mejor calidad de vida para todos, es decir al contrario de los movimientos sindicalistas por ejemplo, no plantean una alternativa social, tan solo la exigen.
Aquí se puede reflexionar en hasta qué punto son validas las demandas y propuestas de los diferentes movimientos sociales (que casi ninguno las tiene), los movimientos sociales tienen pros y contras, por un lado dan a conocer los problemas que afectan a determinados sectores de la sociedad, pero por otro no dan soluciones reales, estructuradas y tangibles a esos problemas, aun y con toda su red de apoyo y movilización mundial.
Al no tener una alternativa social los movimientos sociales son iguales y no sobresalen unos de otros y no representan a una verdadera clase oprimida, sino que su base de apoyo proviene de diferentes sectores y no tienen carácter de clase, (aunque diferentes autores nos digan que la mayoría son de la clase media) puesto que se dirigen al conjunto de la sociedad y no a una clase social especifica, como en el caso de los movimientos sociales viejos donde por lo regular eran movimientos de las clases más bajas.
No hay objetivos que beneficien directamente al integrante de estos grupos, sino que sustituye el beneficio propio por motivaciones sociales o ideológicas, lo que hace que actúen de manera móvil e inmóvil con lo cual no tienen un compromiso como tal a diferencia de que en los partidos de las democracias modernas se tiene un compromiso casi de tiempo completo con estos.
La estructura participativa de estos nuevos movimientos sociales es descentralizada, abierta y democrática, y no existen jerarquizaciones como en los partidos políticos, lo cual permite que la gente entre y salga sin problemas y sea «aceptada» (entre comillas) sin problema alguno al no existir gente que decida quién entra y quién no, además de que se respetan las ideas y la forma de ser de las personas.
Se apunta “entre comillas” porque no siempre es fácil entrar a un movimiento social, sea por desconfianza o por no cumplir ciertos requisitos, siempre existen algunos “retenes” por decirlo de alguna forma para entrar a los movimientos, además la característica de que son democráticos en el aspecto de que se respetan las ideas es un poco relativo, si, se respetan las ideas, pero siempre y cuando sean las mismas de todo el grupo, si no se vive en un ambiente hostil o se corre el riesgo de ser expulsado.
La lucha contra las “democracias disfrazadas” como algunos movimientos le llaman a los gobiernos, es una pequeña hipocresía de su parte ya que la democracia real no la ejercen dentro de sus organizaciones, porque sí se piensa diferente o no se le deja entrar al aspirante a ingresar o se le expulsa al que ya está adentro, además de que la jerarquía sí existe, ya que no a todos los integrantes de un movimiento se les trata igual, porque siempre hay personas que son los indicados para representar, hablar o discutir los asuntos ante los medios de comunicación y representantes del gobierno, a ellos se les trata de manera diferente, andan en auto, tienen acceso a diferentes servicios (baños, hospedaje, comida, etc.) que los demás miembros del movimiento no tienen.
Otra característica que tienen estos movimientos es que mantienen un estilo político claramente diferenciado, ya que se quedan fuera del marco institucional de la administración pública, utilizando la protesta como arma política planeada y los medios de comunicación para movilizar a la opinión pública.
Cabe mencionar que tal vez lo hagan así para evitar responsabilidades en caso de surgir imprevistos o problemas derivados de las movilizaciones, además de evitar comprometerse de manera institucional o pública sí los resultados no son los deseados.
Los movimientos sociales «viejos» surgieron como respuesta a las diferentes etapas del desarrollo económico y social, los movimientos sociales «nuevos» nacen por la poca respuesta a las demandas de la gente por la vía institucional, es decir por los partidos políticos, ya que al no funcionar estos el descontento puede ir por la vía de las armas o por el lado de la protesta social organizada.
Esto nos enseña que al no funcionar las democracias de manera correcta pueden surgir protestas por otras vías no institucionales, cabe mencionar que los movimientos sociales son el resultado de la descomposición de las instituciones en un país, tal descomposición produce un inadecuado funcionamiento del sistema social en su conjunto, así que los movimientos sociales son el síntoma y expresión de una sociedad y Sistema Político enfermos.
Por ejemplo, si en el mundo las democracias funcionaran como tal -de manera ya no perfecta sino correcta- no existirían movimientos fuera del marco institucional, lo que no vemos, ya que hasta en algunas de las democracias más consolidadas o que se autonombran así mismas perfectas, tienen movimientos sociales, eso demuestra que no funciona el sistema de manera adecuada en esos países y la democracia no es tal y como la presumen
Habermas considera a los nuevos movimientos sociales como una posible solución a las contradicciones inherentes a la moderna sociedad súper-burocrática. Los movimientos sociales son el cúmulo de tensión que se genera entre la extensión de la autonomía humana y la creciente regulación implícita en la lógica del desarrollo postindustrial, es decir, los nuevos movimientos sociales son el resultado de las contradicciones en las relaciones Individuo-Estado, son nuevos valores universales que cuestionan el estado de cosas, a partir de intereses sociales universales.
Tenemos ejemplos de auténticos «nuevos» movimientos sociales, los casos del movimiento feminista, el ecologista, por la paz, etc., diferentes entre ellos, pero que buscan el mejoramiento de los niveles de vida a nivel individual, pero también local (en el caso feminista), el ecologista en el ámbito nacional y/o mundial, y el de la paz a nivel universal, son distintos pero buscan lo mismo: crear conciencia de grupo y una movilidad global de la sociedad, rebelándose de las limitaciones que se le da a diferentes aspectos de la vida individual, de género, grupal o mundial, es decir los movimientos sociales actuales parecen superar el concepto de clases sociales o bloque social con pretensiones de transformar lo global, para incidir más en transformaciones parciales de la vida social en un lugar determinado, pero sin olvidarse de su acción global creadora de conciencia a nivel mundial.
Tipos de viejos y nuevos movimientos sociales:
- Superación de la explotación del hombre por el hombre. Marco económico, Carácter central y tradicional de la contradicción capital/trabajo que ofrece una alternativa superadora abstracta y global.
- Superación de la explotación del ecosistema. (Limites del crecimiento) Marco ecológico. La contradicción hombre / naturaleza ofrece un nuevo marco en el que se desliga la defensa del medio ambiente de la del hombre y a la vez se conjuga la defensa del ecosistema como soporte de los sistemas humanos.
- Superación de la explotación. Reflexiva de los derechos civiles y la democracia participativa en un contexto creciente de multiplicidad cultural, reconocimiento y respeto a las diferencias y consolidación de la idea de construir una sociedad basada en la tolerancia y la solidaridad.
Cabe mencionar que los movimientos sociales no son del mismo tipo en el norte y en el sur del mundo, mientras en el norte la presencia de estos grupos es tangible en la calle, los parlamentos y en otros lugares claves de la vida social, en el sur la limitante debido a la restricción de las libertades (que poco a poco se va dando cada vez más) no permitía hasta hace poco la libre manifestación de las ideas.
Por otra parte, las transformaciones de los sistemas productivos, el avance de la tecnología, la globalización de la economía, la rápida evolución de los medios de comunicación hoy en día implican cambios en la conducta de las relaciones sociales aumentando la aparición de diferentes movimientos sociales a nivel local, individual de grupo y mundial.
Para autores como Castells, nos encaminamos hacia un mundo de urbanización generalizada , debido a la globalización, lo que implicara la creación de una relación dinámica y creativa entre lo local y lo global, es decir quiérase o no la globalización de los movimientos sociales nos alcanzará por completo (lo cual ya comenzó), teniendo así que uno de los canceres que atacan algunos movimientos (“globalifóbicos”) en el ámbito mundial como es la globalización hará que los movimientos sociales se globalicen, es más Internet es hoy en día el medio más eficaz y rápido para comunicarse en el mundo e informarse, los medios de comunicación son un símbolo de la globalización y los que los atacan paradójicamente los utilizan abiertamente para ejercer sus planes de acción y promover sus ideas.
El mismo autor nos dice que los fenómenos económicos y sociales de fines del siglo XX son indicadores de la transición hacia una era de la información, es decir es algo vital sin lo cual nos encontraremos atrasados o fuera de la jugada, por lo que hasta los globalifobicos tienen que utilizar estos medios de comunicación para comunicarse a nivel global.
Las preguntas que surgen de las diferentes posturas de los distintos autores son:
¿Podemos hablar de la existencia estructural de una nueva clase media como principal actor de los movimientos sociales?
Esto no es correcto, ya que la movilidad que han ganado los diferentes movimientos sociales en la creación de conciencia social es bastante grande en diferentes sectores de la población no solamente en la clase media.
¿Los movimientos sociales, tienen unas finalidades y representan unos valores nuevos y homogéneos?
La respuesta a esta pregunta es que no tienen unos objetivos claros con resultados reales, tangibles y eficaces para resolver las demandas que ellos mismos hacen, ya que carecen de ideología real que busque satisfacer sus necesidades, es decir solo exigen, pero no proponen y lo poco que proponen son utopías.
¿Están los movimientos sociales constituidos cualitativamente por nuevas formas de vida y nuevas identidades?
Esto no lo podemos determinar en corto, ya que podemos entender por nuevas formas de vida diferentes modelos de desarrollo y por nuevas identidades a distintas caras del multiculturalismo mundial.
¿Se manifiestan nuevas formas organizativas?
Tanto como nuevas formas organizativas no, ya que el hecho de que nazcan los movimientos sociales implica que tengan antecedentes de otros modelos de organización y retomen algunos aspectos de estas, ya sea en su forma de trabajo, tipo de acción, organización, estructura, etc.
¿Se trata de movimientos uniformes o más bien de movimientos que forman parte de un proyecto global?
En los denominados movimientos sociales viejos eran a nivel local o de interés inmediato de un determinado grupo, en la actualidad con el desarrollo de los medios de comunicación y las tecnologías hasta los mismos globalifóbicos se ven forzados a utilizar estos canales de transmisión para difundir sus ideas, por lo que no se puede decir que no son a nivel global, (aunque irremediablemente tendrán ese carácter) aunque hay movimientos que solo se generan y desarrollan a nivel local.
La uniformidad la van a ir adquiriendo con el tiempo al igual que el carácter global, (aunque algunos ya lo tienen) ya que cada vez más el descontento con las instituciones por el mal manejo de recursos o por el olvido a las políticas que atañen a la sociedad en su forma de vida o bienestar social producirá que los movimientos aumenten de manera uniforme en diferentes partes del mundo en un futuro.
¿Representan nuevos modelos cognitivos y significados, como «ideologías» o «valores»?
Ideologías no, ya que como se ha visto no presentan soluciones a los problemas que atacan, por lo que una ideología está incompleta si no se tienen una solución a un problema social determinado, se tendrá a lo mucho hipótesis, de cómo debe funcionar, pero no una ideología con bases sustentada en resultados que pidan soluciones y las den al mismo tiempo.
Valores tal vez, porqué lo bueno de los movimientos sociales es que crean conciencia entre la gente con respecto a problemas de diversa índole, independientemente de las probables soluciones hacen que la gente aumente sus valores y ponga atención a determinados fines, ya sean ecológicos, de injusticias, de género o de un desarrollo igualitario y sustentable en el marco mundial.
Para finalizar tenemos que los movimientos sociales independientemente de sus razones de lucha siempre están en contra de la autoridad y el accionar del Estado, al que ven como un gran dictador y manipulador de sus vidas, pero entonces nos encontramos en una disyuntiva si nos guiamos por los movimientos sociales, sí no existiera el Estado en todas sus expresiones, ¿sería mejor la vida de la sociedad?, tal vez se lea esto un poco o mucho anarquista, pero ¿es eso lo que buscan los movimientos sociales?, no, eso lo buscaban los movimientos sociales viejos, los actuales o modernos buscan un bienestar igualitario sin “individualismos” (entre comillas porque en realidad movimientos como el del feminismo por ejemplo va de la mano lo individual / colectivo) teniendo como enemigo al Estado, que es su enemigo vital ya que sí no existiera el Estado o los gobiernos no tendrían razón de ser los movimientos sociales.
La pregunta que nos debemos hacer es ¿Los movimientos sociales deben ser considerados sociales o políticos? La linea entre lo social y lo político es muy delgada, a nivel mundial puede llegar a diferenciarse un movimiento social de uno político, pero a nivel nacional se debe analizar con detalle a los movimiento sociales para definirlos como tales.
En México casi todos los «movimientos sociales» no lo son, son movimientos políticos, ya que aunque sus reclamos tengan una carga social son meramente de corte político, además de que son utilizados por la oposición para desestabilizar y acarrear mala imagen a los gobiernos estatales y/o federal, y como en el caso del #YoSoy132, su aparición obedeció a la coyuntura electoral perdiendo fuerza con el paso de los meses.
Curiosamente los «movimientos sociales» en México aparecen con más fuerza durante las coyunturas electorales o las tomas de protesta, los pocos que pueden considerarse «movimientos sociales» en México son el SME, CNTE y algunos otros movimientos sindicalistas, pero están dentro de la categoría de movimientos sociales «viejos», ya que sus demandas son de grupo, ni siquiera de clase, buscan mantener su status quo y «modus vivendi» sin importarles sus iguales o las demandas de otros, me atrevo a decir que actúan más como auténticos grupos de presión frente al Estado, qué como movimientos sociales «viejos», porque son organizaciones que, sin ser políticas ejercen notable influencia sobre la política, orientándola a favor de los intereses u objetivos por ellas representados.
Ahora bien, tomemos un ejemplo en el caso mexicano, el #yosoy132 fue un movimiento social o ¿sólo fue un movimiento estudiantil con causas meramente políticas? Me parece que compartió ambas características al principio, por un lado fue un movimiento social moderno que (decían ellos mismos) buscaban evitar la “manipulación de las masas” (teoría bastante anticuada de manipulación de las masas que ni el mismo Goebbels hubiera podido concebir con todo el poder de la Alemania nazi) y la “democratización de los medios de comunicación” (donde sólo los que estuvieran alineados con su “verdad” serían reconocidos como democráticos), con lo cual ayudarían a “rescatar y despertar a México”, pero se convirtió en un movimiento político totalmente cuando vimos que sus demandas eran meramente políticas, recordemos que su principal consigna fue “no a la imposición de EPN” es decir una causa política más que social además antes y después de la elección presidencial sus principales movilizaciones fueron “contra la imposición” no enarbolaron otras banderas ni causas, ya sean estas de género, ambientales, etc., ni siquiera de clase como los antiguos movimientos sociales, por ello se le debe catalogar como un movimiento político estudiantil, ni siquiera social, porque su nacimiento, base y núcleo fue meramente estudiantil, no fue surgido de la masa conformada por todos los estratos sociales, qué movilizaron a gente que no es estudiante, sin duda, pero su alcance fue limitado y centrado en un discurso meramente dirigido a ese sector, al de los estudiantes, ni siquiera al de los jóvenes que no son estudiantes, su movilización fue basada en el uso de las RS y hay muchos jóvenes que no tienen acceso a Internet, además carecieron de ideología y sobre todo de la característica más importante de un movimiento social :
La preocupación ya no de los problemas por la distribución económica o del poder sino de un mejor nivel de vida.
Es por ello y por todas las características que tienen los movimientos sociales «viejos y «nuevos» que #yosoy132 no fue un movimiento social de ningún tipo, sino un movimiento político estudiantil con intereses y objetivos políticos determinados por la coyuntura electoral, solo eso y nada más, la prueba es que al finalizar la coyuntura electoral desapareció lentamente y murió, que se los quisieran vender de otra manera y lo compraran como lo hacen con casi todos los «movimientos sociales» en México esa…. esa es otra historia.
Bibliografía Manuel Castells La ciudad informacional. Tecnologías de la Información, reestructuración económica y el proceso urbano-regional. Madrid: Alianza Editorial. 1995. Offe C. Partidos políticos y nuevos movimientos sociales Ed. Sistema. Madrid 1994 Touraine A. El regreso del actor Ed. Era. México 1997 Habermas J. Nuevos movimientos sociales Parsons T. Política y estructura social Mestier A. Participación social y cambio social Monte Ávila Editores. Venezuela. 1971